flores viendo pasar gente

Encerradas como yo, me decían adiós a través de los barrotes. Bueno, tampcoo es eso exactamente, porque ellas estuvieron encerradas desde siempre, atrapadas en una maceta. No pudieron elegir y ahora les da igual estar en la ventana de una prisoón. Una jaula dentro de otra jaula mayor, pero con la pequeña tenían de sobra. Les dije adiós, e imaginé sus voces, o las ió realmente, no sé. O me estoy volviendo loco, o al tener cada vez menos contacto con la gente empiezo a entender al resto de seres vivos. Gracias a ellas sonreí un par de veces en la cárcel. No estoy seguro de quién me las puso ahí. digo me, porque en un papel, en tinta verde, ponía mi nombre.

paso perdido

Recuperar los pasos perdidos no es, nunca lo fue, tarea fácil. Senderos borrados por el tiempo y huellas que parecen las de un niño saltando a la pata coja, no tienen mucho sentido. Es hora de renovar el calzado, y el camino.
pacífico


no volvimos a encontrarnos

él era un hombre bueno

el viento del Pacífico mecía nuestra hamaca

allí vivimos siempre en verano, en aquel trópico donde siempre era verano

y teníamos tanta sed...