Díptico de un Secreto

Secreto

Vivo como una perra.
Vivo con un perro.
Un cazador de árboles y calendarios
un titán que me espera en cada esquina,
vivo con el molde de una bestia que
me hace olerme a cosa y
beberme el ruido de la culpa.
Vivo con el hijo de la piedra más
muerta.
Vivo en mi pecho vacío
una agenda de abandono y
la melodía de cada día me parte
en dos.
Nada puedo hacer.
Nada puedo hablar.
Cada vez que me lava la memoria
guardo silencio, busco mi falta de
virtud.





Mensaje para el perro

Tengo un as guardado en la manga.
He crecido en el hueco y en el aire de tu boca
y he convertido cada luna en mi tribu.
Con movimiento muy lento
avanzo por la arrugas y me pinto el pulso,
mi cuerpo, está dibujado por el mantra
habitante de mi bañera.
Sí, sigo siendo frágil y fugaz.
Sigo siendo repentina
y misteriosamente mágica.
Sigo pisando el suelo que tú has roto.
Y sigo
sigo
sigo
porque un día, crujirás bajo la ducha
y te irás…
con el pene en la mano.