tabaco viejo

Soy material anticuado, dañino, abandonable en una esquina de lo intransitado. Voluble, soluble, presindible e intangible. El cáncer de la codicia no rasga mis cuerdas vocales, no soy adicto a ningún vicio. Creo que antes bebía, pero no para olvidar. Pero ahora no sé si quiero recordar. Dadme fuego, que no ardo. Creo que yo frecuentaba el bar dónde esta máquina exhalaba últimos suspiros a cambio de pesetas. De nuevo lloro, de nuevo lo único que puede calmarme es dormir, dormir sin soñar, sin ni siquiera llegar a dormir. Me apoyo en el cacharro y pienso, ¿y si me confunden con un desperdicio y se me llevan? No, espera, no pueden confundirme, lo soy. Eso sí lo tengo claro, un desperdicio, de lo que era. ¿Pero qué fui? Las colillas ya no humean, no sé de qué marca soy. Alguien, o algo, me apretó muy fuerte contra la tierra.

afloja y estira



me aferro a tus costillas
a sabiendas que a duras penas
escapé como un diminutivo,
como una musa de palo y glicerina,
como un sórdido zumbido;
tus miedos me vistieron
la diástole, la sístole,
con el pánico de estar ido
en los suburbios del olvido



percha incierta

Desnudarme entre farolas y bolardos, pese al frío; los grados centígrados y mis pensamientos me pesan más que mis ropas. Que el que lo necesite lo tome, por mi prefiero el viento en la espalda, aunque me empuje contra un muro hecho de pedruscos afilados. Las heridas de la carne son un alivio para las heridas del alma. Nado en la noche, me siento mejor, porque todo ocurrió de día, si mi memoria me falla lo justo.

poema inmigrante de las horas radicales

mis pies se cansan, la tierra que pisan no para de moverse
dame la mano, ayúdame a sentir que estoy sentado
en las mañanas de asfalto dilatado
y en las tardes de cielos saturados de naranjas
todos tenemos la misma sombra y la misma gran madre
y dos pies para avanzar
quizás sin avanzar, pero alejándonos, como señuelos
he vaciado mi mochila
sólo una botella de agua tengo
y dentro, un mensaje ahogado, un boomerang partido
en mi casa no saben que me he ido para no volver
un tupper de sueños congelados sueña dardos de sol on the rocks
sueños tan antiguos como el grito y la lluvia
no sabéis cómo anhelo acabar con la ignorancia
de los que desconocen el origen de la luz más blanca.
*Publicado a propósito de el III Foro Social Mundial de las Migraciones, del 11 al 13 de Septiembre de 2008, en Rivas (Madrid).

baño seco

Nu logré huir. No sólo eso, además ahora estoy sucio, y nadie me tocaría para quitarme la mierda mundanal, ni para curarme las heridas bajo las escamas. Me vouelvo triste y loco. Me embadurno de yeso en vez de asearme. Seré una estatua. Seré un fantasma. seré otro, si mi pecera no me delata. Que no me da la gana enfrentarme a nada. Que me quiero volver transparente. Hace calor, me pica todo. en unas semanas me habrá escupido tanta gente que volveré a estar limpio, pero no aguanto tanto tiempo. Mi casa< está seca, la calle me quema, y corro gritando, dejando una estela blanca. Intentan detenerme, pero les ciego lanzando el polvo que desprenden mis brazos al agitarme como un poseso. Cada día estoy peeor. La lucidez me mata, y mi locura me acabará matando también. El pasado me visita en caulquier despiste. El futuro no existe. el presente es un hilo al que no me puedo aferrar. Sólo sé una cosa: necesito un baño de verdad.