Todos creen que soy un payaso, pues me tiro de la silla y ruedo, y brinco, y me tropiezo y me hago daño contra un árbol, y un niño ríe. Pero millones lloran, no es justo, así que me vuelvo loco y creo que lo más fácil es hacer que todos lloren en vez de intentar todo lo contrario. Me lanzo contra el niño que reía e intento arrancarle la cabeza, veo su cabeza horrorizada al otro lado del cristal. Me despierto, me he hecho sangre al caerme, y unas finas grietas surcan mi mirada. Boca abajo y contra un árbol, y un policía se me acerca, y le digo, ¿sabes que yo fui una vez policía? Pero el mundo al revés funciona mejor. No me oye, mi voz le llega distorsionada. Lloro. Me cuesta respirar. ¡Déjeme! Así estoy mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario