teléfono basura

En la calle no siempre es fácil pedir ayuda. De la oscuridad no siempre crece un hilo de doble sentido. Pocas veces encontraba respuesta al otro lado. ¿Haló? Tut, tut, tut, tut... en estos momentos el mundo es una basura, disculpe las molestias, porque la culpa es suya, muchas gracias. Había que intentarlo. Y de nuevo, intentarlo e intentarlo una y otra vez, hasta ver algún resultado. Por pequeño que fuese, me iluminaba la nariz.

telealcantarilla

Crecieron de todos los rincones más insospechados. Fue una lucha más, un campo de batalla extra que empezó como un frente poco preocupante y acabó con el fin de casi toda la magia. La peste que dejó ciegos y mudos a los recién nacidos.