teléfono basura

En la calle no siempre es fácil pedir ayuda. De la oscuridad no siempre crece un hilo de doble sentido. Pocas veces encontraba respuesta al otro lado. ¿Haló? Tut, tut, tut, tut... en estos momentos el mundo es una basura, disculpe las molestias, porque la culpa es suya, muchas gracias. Había que intentarlo. Y de nuevo, intentarlo e intentarlo una y otra vez, hasta ver algún resultado. Por pequeño que fuese, me iluminaba la nariz.

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