Recuperar los pasos perdidos no es, nunca lo fue, tarea fácil. Senderos borrados por el tiempo y huellas que parecen las de un niño saltando a la pata coja, no tienen mucho sentido. Es hora de renovar el calzado, y el camino.
Un paseo por la desgracia ajena
Hace 8 años


2 comentarios:
Siempre fue hora para cambiar... mas los pasos se reconocen y no permiten volver a caminos ya transcurridos... jamás se permitió el mismo paso donde mismo.
Un saludo.
genial, payaso pez ¿ y renovar también a los encontrados por le camino?
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