puro fuego

Sin agallas para respirar el aire robado. Sin dueño que me de de comer, nacido para reir y muerto en vida. Sin oportunidades, aplastado contra la arena bajo un pie de palbaple injusticia seca. Nunca antes había sentido la verdad tan cercana, el olor del fuego devorador, la sangre de las heridas abiertas. Es el calor, el calor me recuerda las muertes de aquellos días, los cigarrillos aplastados junto a las bocas muertas. La huida.

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