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esquelética memoria
De de básico os puedo contar cosas. Que a muchos les arrancaron la cabeza. Cortar no, arrancar, que es aún más salvaje. Y los brazos, y las piernas, hasta que se cansaban y se iban a fumar y a comer lo que habían robado. Quedan muchos huesos. Es tan extraño, tan lejano, tan irreal. Parecen de plástico, me dicen hola, qué hay, ¿yo? No, yo siempre fui un esqueleto, no te preocupes, aquí no se cometió ningún crimen. Pero me acuerdo, a pesar de que pocas cosas quedan que lo identifiquen como el lugar donde lo perdí todo o casi. No sé si es un sueño y se he sido capaz de viajar hasta aquí. Por si acaso es verdad que estoy, disparo, con la cámara. con lo único que disparé siempre, menos una vez.
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