dos de copas

¿Y esas fotos? me preguntó todavía con sueño. Son cosas muy antiguas. Sí, ya, conozco ese tipo de fotos, me respondió sin saber si se refería al formato o a lo que se mostraba en ellas. Yo sólo tengo una foto de la que fue mi novia hasta el segundo año en prisión, cuando se dio cuenta de que no merecía la pena esperarme. Me la enseñó, no era muy guapa. ¿Y esa de ese par de copas? ¿El recuerdo de una fiesta con alguien especial? Sus preguntas me incomodaban, así no podía ordenar mis recuerdos tranquilo. Sí y no, no y sí. Fue la inaguración de un bar, creo. Pero no era una fiesta, sino más bien una reunión entre un par de amigos. No hubo clientes, no avisamos a nadie. simplemente, acabamos de poner el tejado y lo celebramos. No era mi novia, no. Ella también me dejó, el primer año que estuve fuera de España. Pero no la culpo, las comunicaciones por entonces eran aún más difíciles que ahora, y nunca sabía si estaba vivo o muerto, si la quería o si estaba pensando en olvidarla. No la culpo. ¿Y dónde estuviste? No puedo decirte con exactitud, no me acuerdo. Mi compañero dejó de hacer preguntas, pensó que mi falta de memoria era una excusa para que dejáramos de hablar. Pero tras una pausa, yo seguí hablando. Era un buen amigo. Me dijo que, como tenía que volver antes que yo, intentaría convencerla para que ella viniese. Había bebido, pero sé que hablaba en serio. ¿ Volvió? No, no pudo, le mataron. Lo siento amigo. ¿Y ella? No lo sé. ¿No volviste a buscarla, cuando volviste? No lo sé, no me acuerdo. Mi compañero de celda me empezó a mirar entre exrañado y curioso. No sabía si hablaba con un loco, un enfermo, o con alguien que lo ha perdido todo, hasta la memoria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

eres un genio !!!!