poema de las horas radicales antiracistas o poema antiracista de las horas radicales

Si cerraras los ojos, te darías cuenta de lo vulnerable que eres
sentirías el tiempo sin necesidad de medirlo
¡cuánto me duele la piel!
aliento enamorado de las almas y de la sangre
y captarías el mensaje que boga en pos de una verdad desatendida

la soledad de quien no sabe en qué idioma pedir perdón en un aeropuerto
Si cerraras los ojos, quizá escucharas mi corazón agitado,
el apretado aliento de mis labios cercenando resistencias,
pero tus ojos son aún centinelas cabales al servicio de tu miedo
la mecánica del miedo te ciega, te tapa la boca

te rasga la piel, te duele, te obliga a mutilar deseos
yo tengo un deseo
¿te lo cuento o me lo invento?
"Los niños sueñan que sus cuerpos son cintas de colores
mientras bordan logotipos en zapatillas de deportes"
caminas

y las aceras son testigo,
no eres invisible
caminas

y el hueco de las huella
la ola arrastra al mar colecciona un muestrario racial
y los peces copian los colores
vivos, útiles, movimiento sin uniforme,
la calma de la euforia, la vida de la inmensidad
repleta de mil miradas y mil sabores
el infinito está enfrente
y no quieres conocer su olor.



*A propósito de las Jornadas Antirracistas, SOS Racismo, Madrid, Marzo-Abril, 2008, en el PatioMaravillas.

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