Miedo y más miedo. A abrir y no saber cerrar. A que pese demasiado. A que me resgistre quien no quiero. Mis propias pertenencias son mis enemigas, espejo de mis vivencias, despertador de mis sueños más escapistas. La entierro o cargo con ella. Pero si camino con este lastre, un día me vencerá la curiosidad de saberlo todo, quién fui, qué me pasó. ¿Y si sólo encuentro decepción? ¿Y si no encuentro nada? O si lo encuentro todo... a lo mejor ese encontronazo con el pasado sólo me provoca una nueva pérdida de memoria... Tiro de la cremallera, guardo mi nariz sin mirar y vuelvo a cerrar la bolsa rápidamente. Me siento muy débil sin mi pecera y sin mi nariz, respiro entrecortadamente. La gente me mira, no logro pasar desapercibido en mi huida de la ciudad. Aunque no sepa lo que hay dentro creo que debo cargar con ello. Alguien me habla, me increpa, no, no tengo documentación... dios mío. Grito, busco mi nariz y mi pecera, pánico, la bolsa está abierta de par en par. Unos brazos intentan agarrarme, no sé si vienen del exterior o de un sitio peor. Me tiro o caigo dentro de mi bolsa de viaje. Ojos cerrados. ¡Qué he hecho! Nado entre objetos y voces, cuerpos que me gritan, que me sepultan. Otros me piden ayuda. Buceo y me voy hundiendo sin dejar de apretar los párpados. Me tapo las orejas con las manos. Estoy perdido. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH
Colectivo multidisciplinar fundado en el 2007 bajo la protección de un Padrino deTurno. Bautizados en el instinto del azar y la creatividad, nos vimos transformados en un multiegofacético Paciente de turno habitante de una indeterminada zona que condensa un D-espaciocontenido por un tiempo esculpido de palabras y momentos instantáneos.
DOGMA
En tránsito, en tránsito perenne.
POEMAS DE LAS HORAS RADICALES
La idea de los Poemas de las horas radicales nació con la espontáneidad de las múltiples conversaciones colectivas entre los miembros de Cuarto Incierto. Una simple ocurrencia, un hecho deliberado pero a la vez gestado subliminalmente por esa necesidad nuestra de manipular palabras, frases, versos, imágenes. Un divertimento lúdico de raigambre surrealista, el primero, quizás, que nos daría luz verde para compenetrarnos más y empezar a solidificar nuestros lazos. Entre las risas y las ocurrencias de una tarde de solaz en las concurridas terrazas de la calle Argumosa (Lavapiés, Madrid), instauramos las reglas: un verso inicial (de alguno de nosotros al azar) y luego, mediante un correo electrónico en común y de manera heterodoxa, la añandidura de más versos hasta conformar una suerte de poema colectivo. Con el tiempo, la idea de que el anónimato de los versos jugara un papel importante en el desarrollo de nuestro divertimento, decidimos valernos del recurso-blog para lograr el objetivo: abrir una entrada común que nos permitiera escribir un sólo verso (nunca dos versos seguidos) y que la identidad del autor/a quedara relegada a meras suposiciones nuestras. A raíz de nuestras primeras presentaciones públicas como colectivo, decidimos incluir un recurso más lógico en la elaboración de nuestros poemas: una temática, un punto de confluencia que nos sirviera de leit-motiv y que nos acercara un poco, sin alejarnos de la idea original (una variante de los "cadáveres exquisitos"), al sentido común y a la realidad circundante.
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