afloja y estira



me aferro a tus costillas
a sabiendas que a duras penas
escapé como un diminutivo,
como una musa de palo y glicerina,
como un sórdido zumbido;
tus miedos me vistieron
la diástole, la sístole,
con el pánico de estar ido
en los suburbios del olvido



No hay comentarios: