poema inmigrante de las horas radicales

mis pies se cansan, la tierra que pisan no para de moverse
dame la mano, ayúdame a sentir que estoy sentado
en las mañanas de asfalto dilatado
y en las tardes de cielos saturados de naranjas
todos tenemos la misma sombra y la misma gran madre
y dos pies para avanzar
quizás sin avanzar, pero alejándonos, como señuelos
he vaciado mi mochila
sólo una botella de agua tengo
y dentro, un mensaje ahogado, un boomerang partido
en mi casa no saben que me he ido para no volver
un tupper de sueños congelados sueña dardos de sol on the rocks
sueños tan antiguos como el grito y la lluvia
no sabéis cómo anhelo acabar con la ignorancia
de los que desconocen el origen de la luz más blanca.
*Publicado a propósito de el III Foro Social Mundial de las Migraciones, del 11 al 13 de Septiembre de 2008, en Rivas (Madrid).

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