Paseando por la playa en Lanzarote, hice fotografías a las marcas que el mar había dejado en la arena. Descubrí una pequeña pluma blanca, mojada. El agua del mar al retirarse había dejado una huella como si la pluma hubiese escrito algo. Un rasgo largo y fino que se perdía levemente. Capté el instante mágico con la cámara. En mi cabeza algo se puso a funcionar sin saber muy bien qué era. Lo dejé pasar. Años más tarde, observando la fotografía, se me ocurrió realizar un cuadro en el que expresase con inmensa ternura, el legado final de una bailarina en sus últimos días. La pluma blanca del ave, olvidada en la arena, separada ya de su dueña, mojada, marchita, despeluchada, nunca más sostendrá el vuelo. Antes de desaparecer bajo la arena, el mar se presta con una ola, como una hoja en blanco, a que la pluma escriba sobre la arena su mensaje final. Escrito sólo para mí. Para mis ojos. Para que nunca lo olvide. Para que os lo cuente a través de la pintura. ¿Quién toma el relevo?
curiosa, preciosa y melancolica historia, prefiero pensar que la pluma estaba iniciando el relato de una nueva historia que la llevaria al mar azul verdoso desde el cual contemplar su nueva forma.
Colectivo multidisciplinar fundado en el 2007 bajo la protección de un Padrino deTurno. Bautizados en el instinto del azar y la creatividad, nos vimos transformados en un multiegofacético Paciente de turno habitante de una indeterminada zona que condensa un D-espaciocontenido por un tiempo esculpido de palabras y momentos instantáneos.
DOGMA
En tránsito, en tránsito perenne.
POEMAS DE LAS HORAS RADICALES
La idea de los Poemas de las horas radicales nació con la espontáneidad de las múltiples conversaciones colectivas entre los miembros de Cuarto Incierto. Una simple ocurrencia, un hecho deliberado pero a la vez gestado subliminalmente por esa necesidad nuestra de manipular palabras, frases, versos, imágenes. Un divertimento lúdico de raigambre surrealista, el primero, quizás, que nos daría luz verde para compenetrarnos más y empezar a solidificar nuestros lazos. Entre las risas y las ocurrencias de una tarde de solaz en las concurridas terrazas de la calle Argumosa (Lavapiés, Madrid), instauramos las reglas: un verso inicial (de alguno de nosotros al azar) y luego, mediante un correo electrónico en común y de manera heterodoxa, la añandidura de más versos hasta conformar una suerte de poema colectivo. Con el tiempo, la idea de que el anónimato de los versos jugara un papel importante en el desarrollo de nuestro divertimento, decidimos valernos del recurso-blog para lograr el objetivo: abrir una entrada común que nos permitiera escribir un sólo verso (nunca dos versos seguidos) y que la identidad del autor/a quedara relegada a meras suposiciones nuestras. A raíz de nuestras primeras presentaciones públicas como colectivo, decidimos incluir un recurso más lógico en la elaboración de nuestros poemas: una temática, un punto de confluencia que nos sirviera de leit-motiv y que nos acercara un poco, sin alejarnos de la idea original (una variante de los "cadáveres exquisitos"), al sentido común y a la realidad circundante.
1 comentario:
curiosa, preciosa y melancolica historia, prefiero pensar que la pluma estaba iniciando el relato de una nueva historia que la llevaria al mar azul verdoso desde el cual contemplar su nueva forma.
Muy bonito, el blog, me daré una vuelta...
Publicar un comentario