Hasta el final. Que nadie pueda decir: no lo intentaste. Resistir y luchar hasta que me rompa en mil pedazos. Esas frases sonaban con mi voz muy lejos mucho tiempo atrás. Estoy cerca de la calle Pez, llamo a la dirección escrita con bolígrafo verde. Nadie responde. Me doy la vuelta y camino. Para qué investigar. Empieza a llover, me da igual porque dentro de mi pecera no me mojo. Un paraguas roto en el suelo. Se parece al que yo usaba hasta que se me rompió.
Un paseo por la desgracia ajena
Hace 8 años


No hay comentarios:
Publicar un comentario