Ruido metálico. No son monedas. Es una llave de pensamientos, desconozco si cierra o si abre. ¿Fue de un amante? ¿Del amor de mi vida? ¿Está viva o yace con el cabello suelto? No hay nadie a mi alrededor a quien preguntar. Creo que se me ha caido a mí, o no. Puede que se resbalara del bolsillo de alguien que, como yo, la encontró en el suelo. ¿Y si la dueña original hubiese vivido hace 30 años? ¿Pude conocerla? Ni siquiera sé que edad tengo. Si la mido en base a mis experiencias, tan solo soy un chiquillo. ¿Hola? Estoy yo y nadie más. Reviso rincones, no hay más objetos femeninos. Juego con la horquilla entre mis dedos. Doing. Doing. La voy a estropear. La miro, la remiro, la observo durante horas. ¿No tengo otra cosa que hacer? No me dice nada, la hablo pero no me contesta. La uso para tratar de abrir alguna parcela de mi cabezón. Fuerzo las cerraduras. No, no es mía, no me dice nada. La tiro por la ventana, gritando: ¡busca a tu dueña! Me pongo más triste. Aunque no sea mía, la he tratado mal. Salgo a la calle, pero ya no está.
Colectivo multidisciplinar fundado en el 2007 bajo la protección de un Padrino deTurno. Bautizados en el instinto del azar y la creatividad, nos vimos transformados en un multiegofacético Paciente de turno habitante de una indeterminada zona que condensa un D-espaciocontenido por un tiempo esculpido de palabras y momentos instantáneos.
DOGMA
En tránsito, en tránsito perenne.
POEMAS DE LAS HORAS RADICALES
La idea de los Poemas de las horas radicales nació con la espontáneidad de las múltiples conversaciones colectivas entre los miembros de Cuarto Incierto. Una simple ocurrencia, un hecho deliberado pero a la vez gestado subliminalmente por esa necesidad nuestra de manipular palabras, frases, versos, imágenes. Un divertimento lúdico de raigambre surrealista, el primero, quizás, que nos daría luz verde para compenetrarnos más y empezar a solidificar nuestros lazos. Entre las risas y las ocurrencias de una tarde de solaz en las concurridas terrazas de la calle Argumosa (Lavapiés, Madrid), instauramos las reglas: un verso inicial (de alguno de nosotros al azar) y luego, mediante un correo electrónico en común y de manera heterodoxa, la añandidura de más versos hasta conformar una suerte de poema colectivo. Con el tiempo, la idea de que el anónimato de los versos jugara un papel importante en el desarrollo de nuestro divertimento, decidimos valernos del recurso-blog para lograr el objetivo: abrir una entrada común que nos permitiera escribir un sólo verso (nunca dos versos seguidos) y que la identidad del autor/a quedara relegada a meras suposiciones nuestras. A raíz de nuestras primeras presentaciones públicas como colectivo, decidimos incluir un recurso más lógico en la elaboración de nuestros poemas: una temática, un punto de confluencia que nos sirviera de leit-motiv y que nos acercara un poco, sin alejarnos de la idea original (una variante de los "cadáveres exquisitos"), al sentido común y a la realidad circundante.
1 comentario:
atención también a las cosas pequeñas, con mecanismos extremadamente sencillos, pura utilidad sin otra cosa que hacer, como las orquillas como esa.
Animo con vuestro blog!!
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